Los siguientes ripios fueron hechos
para los relatos de Manuel F. Olvera en sus libros sobre Motril.
Para entender bien estos ripios es conveniente que el lector
haya leído antes los textos del autor para poder comprender su significado. Los
ripios son como un resumen del texto, que es más amplio y detallado.
El
primer libro, de 2.004, se titula “Tal como ayer”.
LA
POLÍTICA
siempre tuvo sus adeptos,
pero como “nunca” pasa
llegaron algunos ineptos.
El pueblo llano no entiende,
la gente quiere trabajo,
pagar muy pocos impuestos,
que no les cojan “debajo”.
Liberal, conservador,
por la derecha o la izquierda
prometen grandes proyectos
y después nadie se acuerda.
La gente del pueblo llano
que depende del jornal,
aunque sabe lo que pasa
no puede ni rechistar.
LOS SUCESOS
antaño por estos lares
fueron dignos de atención,
dieron muchos titulares.
Un carro mata a un chiquillo,
funcionarios sin cobrar,
el cólera, el garrotillo,
hambruna descomunal.
Curas y locos en Guajar
dan noticias importantes
y el sobrino del alcalde
se porta como un tunante.
las cañas no valen nada,
mandan más Guardia Civil,
calla la gente parada.
Los políticos pelean
por seguir mangoneando,
cuando cogen la alcaldía
funcionarios van cambiando.
Ahora no se puede hacer
eso de echar a la gente.
¡Qué bien vendría
si echaran a quince o veinte.
LOS TERREMOTOS
una gran repercusión,
la gente se asustó mucho,
les dio por la devoción.
En suscripción popular
dineros se recaudaron
para ayudar a los pobres
que sin nada se quedaron.
Desde entonces celebraban
una grande procesión,
seña de agradecimiento
pues el Señor los salvó.
Fiesta local que en el pueblo
mucha aceptación tenía
que unos ilusos quitaron
y que pronto se repondría.
LA CAÑA DE AZÚCAR
en la historia de Motril
y dicen que a las colonias
la llevaron desde aquí.
Los árabes las trajeron
y su dulzor nos dejaron,
en unos tiempos fue buena
y en otros ni la pagaron.
Cuando la pagaban bien
a Motril se le notaba,
todo el mundo tan contento
y hasta el tendero cobraba.
Cuando en Madrid rebajaban
el precio por tonelada,
gran comisión se formaba
y a la capital marchaban.
Los periódicos locales
tronaban a voz en grito
y los de la oposición
traían al alcalde “frito”.
Antonio Rueda y Marín,
que vino de tierra maña,
hizo mucho por Motril
trabajan do por su caña.
Trajo nuevas variedades,
realizó buenos trabajos,
combatió al “mosaico” vil,
mató sus escarabajos.
LAS FIESTAS
Las fiestas eran muy pocas,
no como ocurre ahora,
la Judea, los Carnavales,
cosas que nadie mejora.
En las fiestas populares
había globos y cucañas,
todo el pueblo se alegraba
en la calle de las Cañas.
Los Carnavales tuvieron
la aceptación popular,
pues todos se divertían
sin
gastarse ni un real.
Los tipos eran sencillos
con caretas de cartón,
se ponían cuatro trapillos,
se tiznaban con tizón.
Comparsas y chirigotas
que a los ricos molestaban,
cantaban unas letrillas
que de sus “cuernos” hablaban.
El Calderón y el Casino
era para los burgueses
y las madres a sus mozas
llevaban algunas veces.
Una diversión frecuente
que en domingo celebraban
eran las peleas de gallos
que a mucha gente gustaba.
Nacen las fiestas de octubre
en honor a la Pastora
y las ferias de ganado
que no se celebran ahora.
Esto ya no es lo que era,
todo está lleno de ineptos,
desaparecieron fiestas
por culpa de unos ineptos.
LOS SUELTOS
Los sueltos eran noticias
que muy cortitas decían
las cosas que aquí pasaban
y todo el mundo leía.
A todo lector gustaban,
todas eran de relleno,
igual hablaban de un cura
que del pito de un sereno.
Unas contaban viajes
que realizaba un “señor”;
o la historia de un fulano
que mataba a uno o dos.
Tras eran la parida
de la señora de un rico,
o del verano en la playa
de un ilustre señorico.
Como había varias revistas,
Como había varias revistas,
en cada una se exponía
la noticia del señor
de su misma ideología.
LOS ANUNCIOS
Los anuncios de productos
eran de gran variedad,
así, con la prensa escrita
daban la publicidad.
Todos ponían su reclamo:
café, tortas o pestiños,
colchas, mazapán o miel,
o las fotos de los niños.
Uno que vende ataúdes,
otro que pianos afina,
un tercero te hace trajes,
otra quita las arrugas.
Los que se hacían en verso
eran de gran calidad
y los pagaban más caros,
a mí, ¿cuánto me darán?







No hay comentarios:
Publicar un comentario