Los que siguen fueron
hechos para el libro “Calle Nueva y otros Relatos” publicado en el 2.005.
LAS LLUVIAS
son muy dignas de mención,
aquello sí era llover,
hoy no cae ni un chaparrón.
La Alcolea fue arrastrada
por la rambla Capuchinos,
los tomates se perdieron,
las papas y los pepinos.
Cuando acabó la riada
todo se normalizó,
la encontraron atrancada
pues a una rama se agarró.
Todas las calles que bajan
de lo alto de Motril
son ramblas que cuando llueve
causan molestias sin fin.
Cuando cesaba la lluvia
y salir ya se podía, los niños se divertían
con las pozas todo el día.
No tenían televisión
ni máquinas comecocos,
se juntaban en pandillas,
disfrutaban como locos.
Las guerrillas a pedradas
con las pandillas rivales,
y las ropas destrozadas
eran palizas mortales.
La mayor tormenta vino
a la rambla de Albuñol
donde murió mucha gente
causando un grande dolor.
Tanta agua y tan seguida
el Guadalfeo desbordó
y el puente para ir a Lobres
arrastrando lo llevó.
Estamos cambiando el clima,
el desierto nos alcanza,
esto será una ruina,
¿nos queda alguna esperanza?
LAS ACADEMIAS
aceptación popular,
estudiaba mucha gente
sin moverse del lugar.
Había colegios privados
para los niños pequeños,
Dominicas, Agustinos,
para “pijos” motrileños.
El Belluga y el Garvayo,
los primeros nacionales,
y el Virgen de la Cabeza
para las niñas normales.
Cuando tenían diez años,
los que querían estudiar,
preparaban el Ingreso
para irse a examinar.
La academia de Quiroga
era seria y rigurosa,
allí no entraba cualquiera,
su “disciplina”, famosa.
Don Germán era otra cosa,
niños y niñas mezclados
lo mismo que doña Trini,
los dos daban menos palos.
Con pelotitas gorila
de los zapatos famosos
en la Plaza de falange
se entretenían los mocosos.
Gracias a Julio Rodríguez
se construyó el Laboral,
conviene que no se olvide
en honor a la verdad.
Francisco Javier de Burgos,
de Bachiller el primero,
se llenó pronto de alumnos,
se construyó en “El “Majuelo”.
La Asociación de Fomento
construyó con fuerza y garra
un hogar para los niños
que venían de la Alpujarra.
Las personas diferentes
de ,la comarca costera
en Aprosmo descubrieron
que valen como cualquiera.
Hoy es una gran empresa
modelo en Andalucía
de educación y trabajo,
lo que Luis Pastor quería.
EL GAMOUR
tres cines tuvo Motril,
grandes películas vimos
de la Biblia hasta Pekín.
Dos hubo en la Calle Nueva,
otro era el Calderón,
los sábados y domingos
llegaba el peliculón.
¡Qué guateques más bonitos
se montaban las pandillas!
¡Qué chicos tan modositos!
¡Qué guapitas las chiquillas!
Con los discos de vinilo,
coca cola y cacahuetes,
los domingos por la tarde
se formaban los guateques.
Las niñas ponían el freno
a los ardores viriles
pues los niños se arrimaban
restregando los perniles.
Luego fueron “Los Bongós”
y la gran “Gruta de Piedra”
los dos focos de atención
que mucho se les recuerda.
La Casita de Papel”
“Los Ángeles”, “El Rex”
y “La Terraza” de Aguaza
fueron centros de interés.
En la Calle Nueva estaba
la sede del Cultural
y en la Plaza Canalejas
funcionaba el gran “Rin-bar”.
Luego vinieron las suecas
al hotel Costa Nevada
y los fines de semana
se armaba gran algarada.
Los ligones del momento,
que en Motril muchos había,
se ponían muy contentos
cuando las rubias venían.
En la puerta del hotel
grandes colas se formaban
y rubia que aparecía,
como moscas la asaltaban.
Hoy ya no pueden ligar,
el tiempo nada perdona,
que les quiten lo bailado
dicen en serio y en broma.
LAS CASAS DE PUTAS
La Maruja y la Veleña
eran putas reputadas,
vivían en calle Princesa,
eran limpias y educadas.
La Anamari fue famosa
en la rambla Capuchinos
y su hija no fue menos
para los mozos vecinos.
En el borde de la acequia,
junto al mercado actual,
vivían otras periquitas
muy dignas de reseñar.
Pero las más conocidas,
un poco más apartadas,
eran en Cuatro Caminos
veneradas y afamadas.
Las pandillas de muchachos
llegando el atardecer
se acercaban a esos sitios
para ver y entorpecer.
Se cuenta que en estas casas
ocurrieron muchos lances
historias con mucha guasa, desahogos y romances.
Por su belleza y limpieza
las putas más renombradas
fueron la Pío y la Derby,
siempre serán recordadas.
El Sampaloc y el Acuario
surgieron algo después,
los tiempos habían cambiado,
ya no era como ayer.
Aquí ya no había camas,
sólo barra americana,
había que alternar bebiendo
casi hasta la mañana.
A la hora de cerrar,
si a ella le daba gana,
se iba contigo en el coche
que a veces servía de cama.
De todos ellos aún queda
más allá del Candelón,
el “Jota-Jota” que alberga
rubias de atrás del telón.
Todo lo que comentamos
ocurrió en la realidad,
los que de Motril no sean
creerán que no es verdad.
LOS DEPORTES
Antes de que el Motril
jugara en la Preferente
Pepe Vinuesa Tentor
agrupaba a mucha gente.
Su Clarín fue muy famoso
con muy buenos jugadores,
todo el que salía mañoso
se vestía con sus colores.
Los viajes costeaba,
pagaba de su bolsillo,
hasta las botas compraba
y sufragaba el banquillo.
Luego le salió un rival
en el club Independiente,
eran los más proletarios,
una gente más corriente.
Otros equipos famosos
hicieron mucha afición:
el Tiburón, los Leones
y los chicos del Salón.
Cuando Paco Bustos Béjar
se jugó la Promoción
en Regional Preferente
había mucha expectación.
El Escribano Castilla
se llenó hasta la bandera,
esa vez no pudo ser
pues ganaron los de fuera.
Pepe Vinuesa cambió
el deporte del balón
por el de la natación
y gran fama consiguió.
Aquí piscina no había
y el que quería nadar
a Granada lo subía
para poder practicar.
Familias de nadadores
como Novoa y los Cháves,
también los Pérez de Rueda,
las sagas eran por pares.
Nadadores del Clarín
muchos trofeos consiguieron,
por eso el “Mucho Motril”
por España lo extendieron.
Pepe Vinuesa merece
del deporte de Motril
un grandísimo homenaje
que en vida debe recibir.
EL CULTURAL RECREATIVO
El Cultural Recreativo
tuvo mucha actividad,
programaba muchas fiestas,
iba toda la ciudad.
En la Calle Nueva estaba
y muchos socios tenía,
en sus salas se jugaba
y la prensa se leía.
A sus puertas se sentaba
el buen Pepe Luis Posadas
las vísperas de las fiestas
para vender las entradas.
Por las fiestas patronales
el baile que se formaba
en las mismas Explanadas
Paco “el gordo” organizaba.
Con su famosa figura,
sin que apenas se notara,
en su silla se sentaba
y todo lo controlaba.
El Lila ponía sanguina
para que no se colaran
por la tapia del Paseo
y las entradas pagaran.
Al pie de Sierra Nevada
Paquito Rodríguez daba
y la orquesta Costasol
con Carolina bailaba.
El dieciocho de julio
era fiesta nacional,
al cobrar la extraordinaria
a la playa hay que bajar.
Las “Tres erres” de Rosendo
y el chambao del Cultural
se llenaban con la gente
que bajaba a disfrutar.
El Carrillo del helado
garrafas llenas bajaba,
luego, con el sol colado,
reventado regresaba.
En chozas de cañaveras
que en fila se construían
veraneaba mucha gente
y adosados parecían.
El Cultural no prospera,
no tiene vitalidad,
ya no está en la Calle Nueva,
muere de inactividad.
LA ZAFRA
La zafra es palabra culta,
la monda es más natural,
así la llamamos todos
desde tiempo inmemorial.
Al llegar la primavera
las fábricas empezaban
las cañas a molturar
y así tres meses estaban.
Para cortar y mondar
y a las fábricas llevar
se llenaba la comarca
de gentes de otro lugar.
Cortadores y arrieros,
mondadoras, cargadores,
todos tenían un jornal
ganado con mil sudores.
Las fábricas daban casa
si así se podían llamar
a los aperos inmundos
donde venían a parar.
Una sola habitación
en pésimas condiciones
donde tenían el salón,
la cocina y los colchones.
Al lado dormían las bestias
después de comer los cabos,
tras todo el día trabajando
todos estaban cansados.
El aire olía a melaza,
el ajetreo no cesaba,
la gente estaba contenta,
todo el mundo trabajaba.
Muchas fábricas había
para moler tanta caña,
hoy sólo queda una,
es la única de España.
Poco a poco se ha perdido,
han arrancado marjales,
sustituyen su cultivo
por productos tropicales.
Otros, con invernaderos
han llenado media vega,
dicen que da más dineros
pero el dinero no llega.
Hoy las cañas se han perdido,
pocas quedan y las queman,
ya no podemos chupar
y a mí me da mucha pena.
SEMANAS DE CINE Y VERDE
Ya por los años setenta
don José Felipe Soto,
su sobrino y algunos más
formaron gran alboroto.
Se empeñaron en traer
muchos médicos de fuera
y Motril fue conocido
por su semana pionera.
Cine médico famoso
no hubo en otro lugar,
Motril recibió con gozo
la gran eventualidad.
Hubo algunas proyecciones
para la gente profana,
otras para los galenos,
algunos de mucha fama.
Médicos de muchas partes
trajeron conocimientos,
disfrutaban de la costa
y se iban tan contentos.
Otro evento muy importante
que también tuvo Motril
fue la gran Semana Verde,
empeño del primer edil.
Don juan Antonio Escribano
puso empeño personal
para que se conociera
fuera de aquí este lugar.
De toda nuestra comarca
se ponían expositores,
por todas las Explanadas
se veían muchos primores.
Todos los pueblos ponían
sus productos singulares,
nos visitó mucha gente
venida de otros lugares.
Ya no tenemos semana
ni de fonendos ni verde,
en este pobre Motril
todo lo bueno se pierde.
OFICIOS VARIOS
Profesiones variopintas
que tuvieron mucho arte
por aquel entonces hubo,
que yo quiero recordarte.
Existía el talabartero
un oficio muy boyante,
era el sastre de animales,
un tipo muy importante.
Otro era el herrador,
metálico zapatero,
calzaba a los animales
por muy poquito dinero.
El Pompa tuvo una fragua
en la Rambla Capuchinos
donde hacía los mancajes
a todos los campesinos.
Carrascosa y el Chaquetas,
de la misma profesión,
arreglaban bicicletas
todos los días un montón.
También hubo profesiones
llamadas itinerantes
que vagaban por las calles
y eran muy vociferantes.
Afilador, sombrillero,
lañador y esquilador
ofrecían sus servicios
con arte cautivador.
De los pueblos colindantes
venían otros vendedores
trayendo productos frescos:
papas, huevos y hasta coles.
De la parte de levante
colchas y cortes de traje
traía un gitano elegante
que vendía con mucho “aje”.
El Lele era un gitano
al que todo el mundo odiaba
pues los perros callejeros
los cogía y los mataba.
Y al llegar la Navidad
en el cruce de caminos
donde está la General
la Guardia Municipal
recogía regalos finos.









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