RIPIOS DEDICADOS.
Esto no es de Pepe Cano,
no tiene comparación,
él es vate consagrado,
yo sólo tengo afición.
Con un jamón de varraco,
¿comprado en el mercadillo?
diste opípara comida
en la choza El Pelaillo.
Era costumbre muy sana
que todo aquel que llegaba
jamón o choto comprara
con mucha o con poca gana.
unos lo comieron crudo,
otros cerraron los dientes
los demás, con las sartenes
y con muchos ingredientes,
quisieron freír unas lonchas
y sufrir como indolentes.
Todo aquello son recuerdos
que quedan muy bien guardados,
que no van fácilmente y surgen por todos lados.
En esos tiempos pasados
el Belluga era admirado
por las gentes de Motril
y hasta por los de otro lado.
Ya no somos exclusivos,
existen muchos Colegios,
bajó la natalidad
y abundan mucho los viejos.
Por esa razón nos vemos
obligados a ofrecer
para que vengan aquí,
un sitio para comer.
Esto está muy variado,
ya no se puede aguantar;
la misma Administración
nos pretende examinar.
Nos han cambiado la ley
que puso el señor Villar,
todo alumno es aprobado
y no hay fracaso escolar.
La educación es moderna,
no se estudia casi ná,
el niño tiene derechos
y si no estudia, da igual.
No lo dudes, José Antonio,
no quieras volverte atrás,
tú vete tranquilamente
que no te arrepentirás.
Mira los que ya se fueron
qué tranquilicos están:
Guindos y el sito “Andaráx”.
Otros ya se despidieron
para ir a la eternidad:
María Dolores, Liborio,
que ya descansan en paz
y Ginés, que junto a ellos
disfrutan
la libertad.
Nosotros, los que quedamos
tenemos que apechugar
pues los años que nos quedan
no nos los perdonarán.
Quién se fuera cono tú,
con tu gracia y con tu mente,
con tu saber contar chistes
y siempre tan ocurrente.
con tu pájaro y canana,
contar los tiros que diste
el domingo a la mañana.
Motrileño como nadie
contando lo sucedido,
siempre callábamos todos
para escuchar tu silbido.
Manda güevos, José Antonio,
qué viajes te has corrido
y cuanto nos ha gustado
tu relato entretenido.
Firestone o Michelín,
nos dicen que te llevaron
a por Viagra, pillín.
El Cañón del Colorado,
el desierto de Nevada
con Maricarmen has visto
todo sin costarte nada.
Ya te vas de nuestro lado,
tú te puedes ir uf
has cumplido tu deber
y aquel que te quiera ver,
vaya al puente Toledano.
No te pierdas, José Antonio,
haznos alguna visita,
siempre tendrás un pastel
o una poca masa frita.
Con todo mi corazón
van los ripios dedicados
A Ji---nez Es—rrel,
de su amigo Paco Prados.


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