PARA JOSÉ ANTONIO
José Antonio Pa-----es
ahora te toca a ti,
te llega la despedida,
queremos que seas feliz.
En la Rambla el Cenador,
esquina con Campaneras
nos han contado sus gentes
detalles de cómo eras.
Si muchos de los presentes
no vieron aquel Motril,
procedemos a contarles
algunas cosas de ti.
La tienda del Parralero
era un gran supermercado,
tú pedías un caramelo
y él te lo daba fiado.
En la Balmes estudiabas
con el Fali, con Manolo,
siempre con ellos jugabas,
nunca te encontrabas solo.
Con doce o catorce años
a todos hierve la sangre,
palimocho todo el año
en la plaza de Falange.
En el Clarín te metiste,
querías ser futbolero,
cuando llegaste y te vieron
te nombraron cancerbero.
Pepe Vinuesa te dijo
al ponerte de portero
que si querías ser fijo
aprendieras lo primero.
Un portero que no para
ningún balón por abajo
debe dejar el equipo
y buscar otro trabajo.
En feria, en las Explanadas
viste a tu Paco en pijama
y le mandaste a la cama.
Los pulpos del Pelaillo
todos tú te los sacabas,
en la choza los comías
y en la pared los pintabas.
Aquel pulpo tan enorme
pintado en una pared
hizo que la pobre choza
pareciera el Gran Hotel.
En la Balmes estudiaste
bachiller y magisterio,
la carrera terminaste
para trabajar en serio.
Empezaste a trabajar,
a Vélez fuiste primero
y tus padres te ayudaban
pues te faltaba dinero.
Luego yo te conocí
cuando a Molvizar llegaste,
chulo como un maniquí
y a Mercedes conquistaste.
Ferreira fue tu tercero,
un pueblo del marquesado,
estuviste pocos años
y te viniste casado.
Norte de Sierra Nevada,
marquesado
del Zenete,
allí conociste a tu Elena
y echaste tu primer cas---te.
A Motril tú regresaste
en concurso de traslado
y en el Belluga has estado
hasta verte jubilado.
Hoy todos tus compañeros
te damos este homenaje,
queremos ser los primeros
pues tienes mucho coraje.
Hace ya algunos años
que pudiste jubilarte,
la columna te hizo daño
y no quisiste marcharte.
tu buena caligrafía
y dando la catequesis
en la misma sacristía.
Con nosotros has estado
durante treinta y tres años
educando a motrileños
y echando muchos redaños.
Esta puta profesión
tiene un final poco humano,
los políticos de turno
ni siquiera dan la mano.
Cuando un maestro termina
dando parte de su vida
por educar en Motril
todos pronto se olvidan.
Cuando Carmen García Raya
te llame el año que viene
para darte la medalla
dile que no te conviene
que tú ya tienes bastante
con la de insigne maestro
que te ha dado Rafael
Santillana, amigo nuestro.
Alcalde del Pelaillo
te ha nombrado tu gente
por lo bien que les preparas
barbacoas al relente.
Preparas bajo la higuera
sardinas y chuletillas,
das de comer al que llega,
tienes llenas las parrillas.
La plaza del Pelaillo
bulle de gente en verano,
unas veces por tu culpa,
otras será por tu hermano.
Hoy no me quiero olvidar
de aquella grande señora,
¡Cómo aquí disfrutaría
si pudiera estar ahora!
que no tienen solución
pero nos estará viendo
y disfrutando un montón.
Ya termino, José Antonio,
no te doy más el tostón,
que te vaya bien, amigo,
te deseo de corazón.
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