A JOSÉ PAZ GARCÍA
Como sé que te gustaron
los que le hice a Es—rrel
aquí llevas unos ripios
de despedida tal vez.
Si volviéramos atrás
la mirada escudriñando
estarías con jesuitas
allí en el Palo estudiando.
Entre el pariente, que es cura
y mamá muy religiosa,
por poco te hacen tonsura
¡uf! qué cosa más graciosa.
García Alonso se llamaba
el cura que pretendía
poner sotana a J--é Paz
por la noche y por el día.
Al corazón de Jesús
viniste luego a parar,
el Preu se hace pesado,
quizás puedas terminar.
Luego vas a la Gran Vía
a la Normal a estudiar
con Pepe Vera y Mogambo
que no los olvidarás.
Las clases de Pepe Vera
en la Alhambra las pasabas
pero las de José Ulecia
dicen que sí te gustaban.
por las tardes te paseabas
con tu amigo Maximino
Allá vais buscando pavas.
Con tu pelo de panocha
y tus cortos pantalones,
con la cámara colgada
las matabas a montones.
La impresión era tremenda
pero sin abrir las bocas
porque si osábais hablar
corrían como las locas.
Vuestra cara y desparpajo,
vuestra verbal fluidez
hacían huir a Mariana
por la calle Ganivet.
No tengo tiempo ni hora,
parte tengo que cortar,
es muy larga esta historia
pa tenerla que contar.
Al pueblo de don Gerardo
vamos a dar un saltito,
allí con Pepito Sánchez
os bebíais hasta el garito.
¡Vaya vida en la Alpujarra!
¡Vaya con Yegen bendito!
Quién pudiera revivir
aquel sitio tan bonito.
Luego estamos en Motril,
es la historia más reciente,
todos conocen tu vida
y tu discurrir presente.
Casas de Eusebio y Enrique,
alpujarreños decentes
no echan agua al vino nunca
ni
engañan a los clientes.
Enrique con la escalera
tuvo que poner cortina
pues algunos concurrentes
se pegaban en la esquina.
En calle Alquitranaderos
por la Ramblilla p·arriba
quedaron muchos dineros
pero eso alegra la vida.
Con el Sito Federico
y el maratón de Heriberto
cuando se cierra la tienda
se beben el presupuesto.
Quedan muchas cosas más
guardadas en la conciencia
que no quiero comentar
y cansar la concurrencia.
Anda con Dios, J—é Paz,
vete feliz y contento,
has hecho lo que has podido
y lo que digo no es cuento.
Lo que has podido no es poco,
dejas el listón arriba,
hasta comedor nos dejas
pa llenarnos la barriga.
Pepe,
Pepe, Pepe Paz,
muy en condiciones te vas.
SONETO
Un soneto dedicarte pretendo
aunque tú te merecieras más
cosa
y te dijera palabras hermosas
pero seguro ya estarás
sufriendo.
Jubilarse no debe ser tremendo,
no será un camino de rosas
pero vas lleno de cosas
jugosas,
Puedes marcharte feliz y
contento.
En el Belluga has dejado el
aliento, así como muchas cosas preciosas
trabajando mucho en todo
momento.
Alguien dijo de hacerte un
monumento,
regalarte cosas maravillosas,
pero tú mereces el firmamento.
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