lunes, 20 de abril de 2020
Los siguientes ripios han sido hechos por mi compañero y amigo José Luis Posadas Rodríguez con el que he compartido muchos años de trabajo en el Colegio Cardenal Belluga de Motril.
UN DÍA EN EL CONFINAMIENTO
Ruidos de paloma y gorrión,
la luz del día en la ventana,
no me seas camastrón,
¡abandona la desgana!
El pijama desatasco,
me desperezo, me aseo,
y desayuno a lo vasco
preparando el ajetreo.
Ahora, radio o televisor,
dudo si estudio o si leo,
la tablet u ordenador,
¡Ozú, vaya un jaleo!
En atender aparatos
pasando va la mañana,
voy cocinando los datos
y el arroz con filigrana.
De comida hasta la cresta,
en la butaca estirado
me acomodo para siesta
durante media torrado.
Despierto con euforia,
con desbocado pudor,
y olvidando la historia
friego platos con honor.
La tarde está por llegar
plena de buenos pasajes,
algún libro o serie ojear
y terminar los mensajes.
A las diez, todos al mantel,
llegó con ella la cena:
verduras con bechamel,
¡Comida sana y amena!
Otra vez a la butaca,
sesión de cine tenemos,
y en terminada la placa
en la cama nos metemos.
Tumbado sobre el colchón,
de sábanas arropado,
repaso con emoción
el día finalizado.
Y conseguido el trofeo,
el sueño ya entretejido,
en las manos de Morfeo
quedo al final dormido.
Con estos ripios relato
los días así revividos,
con pretensión de novato,
esperan ser aplaudidos.
JOSÉ LUIS POSADAS
ABRIL 2020
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